Siempre estará París...

Como resultado de entretenidas añoranzas, Loaeza ofrece en las páginas de este libro un recorrido por todas las horas dedicadas a una de sus grandes pasiones: París, la Ciudad Luz. Mediante la vivacidad que caracteriza su estilo, se convierte en "une promenade artistique" espléndida que proporciona una agradable crónica de viaje que se enriquece con semblanzas de personajes y lugares; obra útil para comprender y disfrutar de la cultura, y amena, en la que la autora nos deleita con un sinnúmero de anécdotas risueñas.