Territorios de la crítica. Imaginación, género y violencia en la literatura hispanoamericana
Reseña
El pensamiento literario latinoamericano se ha tornado tan amplio, complejo e irregular como la geografía misma de las regiones que integran el continente. Se trata de una realidad atravesada por distintas modernidades, ideologías, idiolectos, costumbres, tradiciones, violencias, políticas, creencias o estéticas, que parece imposible en nuestros días agruparlas bajo un imaginario común, de modo similar al que hace medio siglo conformó el realismo mágico como una suerte de divisa aglutinadora para lo que significaba ser un habitante de América Latina en el mundo. Debido a esta prolífica diversidad, el libro que tenemos entre manos prefiere hablar de territorios de la crítica, más que de simples horizontes temáticos o intereses de grupo, pues, como se deriva del texto de Leticia Mora que sirve de introducción a esta cala en el pensamiento crítico universitario, la crítica literaria ha abierto sus puertas a nuevos derroteros, más cerca de lo social que de lo puramente lingüístico, “tan calificado de espurio en años anteriores”, lo que demuestra el inevitable auge de la conciencia crítica en este momento de grandes transformaciones en la cultura, el país o el continente.
Territorios de la crítica reúne así 12 trabajos que dan cuenta de diversos procesos, autores, temáticas, perspectivas, metodologías de análisis o categorías teóricas de la literatura latinoamericana actual, delimitados en tres grandes apartados: Imaginación, Género y Violencia. La clasificación indica simplemente la posibilidad de ordenar las manifestaciones culturales más diversas que en la práctica forman parte de un mismo entramado. Si obedecemos a la metáfora de la territorialidad, estas tres vías serían los ríos profundos que recorren el pensamiento latinoamericano. En este sentido, este libro constituye si no la culminación, sí un estado más maduro sobre la crítica literaria, que hecha por tierra décadas de ideas preconcebidas sobre la autonomía de los estudios literarios al mostrarnos que las grandes obras de la literatura emergen a través de un proceso de diálogo, lucha, refutación, reescritura o análisis con la realidad que le ha precedido.